Equinoterapia en menores

Una de las dificultades más importantes de los menores que se atienden en Residencia Berzosa, se sitúa en la problemática de la no existencia de un otro que haya servido como reflejo contenedor válido de unas conductas, ya interiorizadas, de descarga emotivas mediante la agresividad y la violencia, y cuya devolución espera el menor en igual o parecido signo. La no existencia del otro como referencia de diálogo y devolución en espejo y de su incapacidad para regular sus impulsos destructivos, se sitúa básicamente en que la palabra no tiene valor de expresión de los sentimientos diversos y profundos que le encadenan a ese pozo de angustia, en el que el vínculo valorativo de su hacer ha sido siempre el del rechazo.

Montar a caballo proporciona una cantidad ingente, no sólo de sensaciones propias derivadas del ajuste necesario entre dos tonos, el del animal y el de la persona que lo monta, sino también de conexiones con lo imaginario acumuladas por el hombre en su relación con el caballo a lo largo de la historia. Son estas evocaciones, principalmente, las que van a estimular el funcionamiento de los sistemas somato-psíquicos para alcanzar con ello la necesaria regulación de las emociones primitivas e instintuales.